21º es el ángulo que rige el movimiento diagonal-perpendicular-paralelo que organiza el global del espacio contenido en el edificio. También el peso del alma como muestra la conocida película “21 gramos”.
Con el trazo de esta diagonal, y en un proceso de ida y vuelta, se empieza a organizar un espacio, uno sólo, que ofrezca un sitio común para trabajar y dos para vivir, únicos y distintos a la par que semejantes.
Como resultado una concatenación de espacios atados al discurrir de dos escaleras entrelazadas que recorren el edificio en vertical, descargando en su recorrido diagonal-perpendicular-paralelo el programa de usos.
Así se configuran las estancias, todas distintas, espacio diagonal que se estira sobre y a lo largo del contiguo, donde las relaciones espaciales, visuales y funcionales se atirantan hasta parecer casuales.