Un solar de pequeñas dimensiones, con una marcada orientación norte-sur, y unas condiciones urbanísticas que permiten un desarrollo en altura de la vivienda son las premisas de partida, desde las que la vivienda busca “relaciones y acuerdos” tanto entre los diferentes usos de la misma como con sus límites; calle y patio a sur.
Todas ellas con la luz como elemento vertebrador de la vivienda.